JOHNNY RASMUSSEN. Maestro de la fotografía publicitaria. 1.947-2.018
Entrevista con el director de la escuela Eduimagen, Federico Orozco. septiembre 2.017
Segunda Parte: fotografía publicitaria. Fotografía actual
Usted dice que los fotógrafos publicitarios son como prostitutas ¿Por qué?
Porque estamos totalmente a la orden del cliente que es el que paga, y el que paga es el dueño del balón. Si él te dice: “Ese frasco no me gusta así” y tú lo has puesto allí estéticamente por una razón, pero él lo quiere de otra forma, pues “sí señor”, lo pongo así y ¿qué vamos a hacer?
Siempre he creído que el fotógrafo debe tener una balanza: lo que le llena el bolsillo y lo que le llena el corazón, si te llena sólo el bolsillo, te vuelves un tornillo. Obviamente, un fotógrafo es un libre pensador igual que todos los que nos dedicamos a las artes, pero mi teoría es que un artista debe comer, entonces debe ir a la publicidad para vivir, el arte no te da un carajo. Yo he comido de la fotografía y soy lo que soy por la fotografía.
Lo que hay que hacer es tener un equilibrio entre lo que te gusta y lo que te da de comer. El trabajo personal te alimenta el alma, porque no te pone límites, no hay un cliente que te diga nada, te puedes demorar el tiempo que quieras y hacerlo cómo quieras, entonces cuando llegué un trabajo vas a destacarte en él, vas a ser creativo, porque vas a aplicar eso que aprendiste haciendo lo que te gusta.
¿Cómo ve a la fotografía actualmente?
Yo veo algo que me preocupa: mucha tecnología y sobre todo mucho engreimiento. Una persona que coge una cámara como las de hoy en día – que dentro de poquito van a estar completamente robotizadas- sencillamente hace una buena foto, pero no tiene ni idea de por qué la ha hecho, ni cómo la ha hecho y ya cree que es Ansel Adams. “Yo hice esta foto, miré que belleza de foto, es perfecta”. Se les olvidó lo que significa la palabra fotografía: que es pintar con luz. No, él no pinta, él no hace nada, él espera que un botón o una serie de combinaciones matemática que tiene la cámara, le saquen la foto.
Hay un sancocho de temas, de cosas y la mayoría no se ha puesto a mirar, qué diablos fue la fotografía, para seguir un camino. Arrancan el camino en el momento en que compraron la cámara, ese es su camino y ven para adelante, pero nunca miran para atrás. “Mire esta foto tan bella” Sí, esa la hizo fulano de tal en 1980, usted no ha descubierto nada nuevo, aplique lo que conoce, lo que los otros han hecho y busque su estilo.
La tecnología te permite solucionar problemas más rápido, pero no te hace mejor fotógrafo o más creativo. Lamentablemente, en este momento, la creatividad es absolutamente dependiente de la tecnología.
Entonces, ¿La tecnología ha degradado a la fotografía?
No, no la ha degradado. Como todo en la vida, el mal uso de las cosas es lo que las daña ¿Qué pasa? yo personalmente he sentido una envidia inmensa por la persona que sabe dibujar, pintar… porque todo lo que tengo en la cabeza siempre son imágenes fantásticas, es decir, lo que siempre proclamo al que es fotógrafo es: “No salga a la calle a tomar la foto que ya está ahí, la vida se la puso allí. La puerta, el sol, la ventana, la luz, el perro, el mendigo, eso está ahí. Ponga en una foto lo que está aquí (señalando la cabeza). ¡Ah problema! ¿Por qué? Porque el pintor tiene una conexión directa al pincel, si no le gusta ese verde, le hecha otro verde, mientras que para nosotros los fotógrafos eso es el camello más bravo. Antes había que hacer las cosas, crearlas, construirlas, hasta que Photoshop nos dio la herramienta.
La fotografía cada vez se está pareciendo más a la realidad, ¿pero a cuál realidad? a la realidad que ven tus ojos. Los ojos son la mejor cámara que pueda existir en el planeta. Si estás aquí con luz artificial y luego salís al sol vas a ver lo mismo, mientras que a la cámara hay que decirle que está iluminado, que esta nublado… ¿Y qué hace Photoshop? imitar lo que ven mis ojos.
Porque la cámara es bruta, hay que decirle todo: diafragma, velocidad, temperatura de color, todo hay que decírselo, ella no sabe cómo iluminar el rostro de una persona que está en la sombra, es allí donde entra la herramienta.