El fotógrafo Felix Tournachon, “Nadar”, nació en Paris en 1820. Era el verdadero artista: dibujante, periodista, caricaturista y fotógrafo. Se inicia tomando retratos de las personalidades más celebres de París, para luego hacerles caricaturas. De allí nace la más grande colección de retratos de sus amigos contemporáneos.

En 1853, con su hermano Adrien abren un gran estudio fotográfico, que se volvería tan famoso, que los cocheros lo llamaron la calle Saint-Nadar. En su estudio se reunían los más famosos intelectuales y políticos, y de vez en cuando había exposiciones o conferencias.

Nadar con los mismos equipos que los demás retratistas de París, trabajaba sin artificios, tenía un estilo audaz y vigoroso. Eran fotografías directas e incisivas.  No le gustaba colorear sus fotos, ni usar atrezzo (utilería que se usa en el teatro. Objetos o enseres que aparecen en la escena) en el estudio. Tenía una luz de claraboya alta, colocaba a los modelos de pie en fondos matizados, con una iluminación apropiada para su físico, donde los más importante era el carácter del modelo. Por su habilidad de caricaturista, en una sola fotografía definía al personaje.

E. Sougez dijo de Nadar: “Esto es un don, si pretendes una búsqueda especial y acordada con el personaje, solo resulta algo frívolo y antinatural. El aporte psicológico del fotógrafo de retrato es lo más importante en Nadar. Crear las condiciones para la intimidad que une de manera práctica al modelo y al fotógrafo. Si, muchos eran sus amigos, con los que hablaba de cultura, de política y de temas comunes de interés espiritual.”

No eran sus clientes, eran personajes tranquilos por la confianza, la simpatía y la curiosidad.

Nadar escribió con energía. “La fotografía es un descubrimiento maravilloso, una ciencia que ha atraído a los mayores intelectos, un arte que excita las mentes más astutas …Pero lo que no puede ser enseñado es tener el sentimiento de la luz…Es la forma en que una luz cae sobre un rostro lo que usted como artista debe capturar…Usted debe ponerse en comunión con esa persona, medir sus pensamientos y su carácter mismo”

Federico Orozco G.